Saltó a la fama luego de su victoria en la legendaria Batalla de La Trinidad, el 11 de noviembre de 1827. Desde entonces, y hasta que fue derrocado en Guatemala por Rafael Carrera en 1840, Morazán dominó la escena política y militar de Centroamerica.
En el ámbito político, Francisco Morazán fue reconocido por los miembros de su partido como un gran pensador y visionario. De acuerdo a escritores liberales como Federico Hernandez de Leon Lorenzo Montufar y Ramon Rosa Morazán intentó transformar a Centroamérica en una nación grande y progresista; mientras que escritores conservadores como Manuel Coronado Aguilar lo acusan de intentar impornerse por la fuerza por motivos personales; finalmente, escritores socialistas como Severo Martines Pelaez sugieren que, los liberales dirigidos por Morazán eran los criollos hacendados que habían sido explotados por los criollos guatemaltecos y el clero regular durante la colonia y, con Morazán a la cabeza, pretendían tomar el poder de la región para sí. La gestión de Morazán como mandatario de la República Federal promulgó las reformas liberales, las cuales estaban dirigidas a quitar el poder a los principales miembros del partido conservador: los criollos que residían en la Nueva Guatemala de la Asuncion y las ordenes regulares de la Iglesia Católica. Las reformas incluyeron: la educación, libertad de prensa y de religión entre otras. Además limitó el poder del clero secular de la Iglesia Católica con la abolición del diezmo de parte del gobierno y la separación del Estado y la Iglesia.
Con estas reformas Morazán se ganó enemigos poderosos, y su período de gobierno estuvo marcado por amargas luchas internas entreliberales y conservadores. Sin embargo, a través de su capacidad militar, Morazán se mantuvo firme en el poder hasta 1837, cuando la República Federal se fracturó irrevocablemente. Esto fue explotado por las órdenes regulares de la Iglesia y los líderes conservadores guatemaltecos, que se unieron bajo el liderazgo del general guatemalteco Rafael Carrera, y, con el fin de no permitir que los criollos liberales les arrebataran sus privilegios, terminaron por dividir a Centroamérica en cinco estados.
República Federal del Centro de América

El 1 de julio de
1823, después de caer el imperio de Iturbide, Centroamérica
declara su independencia tanto de México, como de España y
cualquier otro país y se crean las Provincias Unidas de Centro América
o la República Federal del Centro de América, integradas por
Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. La provincia de Chiapas que
pertenecía a la antigua Capitanía General de Guatemala se
incorporó a la República Mexicana.
Según La
Carta Constitucional promulgada el 22 de noviembre de 1824, cada provincia
tenía su gobierno local propio encabezado por un jefe de gobierno. Todos los gobiernos locales obedecían
al gobierno federal con sede en Guatemala y encabezado por su presidente,
Manuel José Arce.
Juan Barrundia fue
el primer jefe de gobierno de Guatemala, por diferencias con el presidente
federal, fue depuesto y encarcelado. La
cede del estado de Guatemala se traslada a Quetzaltenango en donde fue
asesinado el vicejefe guatemalteco Cirilo Flores. Ante esto, los estados de El Salvador,
Honduras y Nicaragua protestaron y declararon la guerra al gobierno
federal. El 13 de abril de 1829, la
ciudad de Guatemala es ocupada y saqueada por el ejército que comandaba
el general hondureño Francisco Morazán, quien reinstaló en
sus cargos a las autoridades depuestas por Manuel José Arce. En 1833, Francisco Morazán,
presidente de la federación, trasladó la sede del gobierno
federal a San Salvador por sugerencia del doctor Mariano Gálvez, jefe
del estado de Guatemala. Gálvez,
de tendencias liberales, fue reelecto en 1835, pero tuvo que huir a
México en febrero de 1838, ante el avance de fuerzas conservadoras
comandadas por Rafael Carrera. Desde El
Salvador, el presidente federal nada pudo hacer para evitar que Rafael Carrera
y el partido conservador se hiciesen del poder en Guatemala. En mayo de 1838, el congreso federal
autorizó a los estados integrantes de la federación a organizarse
como mejor les conviniera. A
raíz de esto Nicaragua se declara separada de la federación, en
abril de 1838; Honduras y Costa Rica, en noviembre de 1838; El Salvador, en
febrero de 1841 y por último, en 1847, es fundada la República de
Guatemala.
A nivel
económico, cuando se dio la independencia, Centroamérica estaba
en bancarrota. No se recaudaban mayores
impuestos. La explotación minera
había bajado considerablemente.
El paso de las tropas mexicanas había dejado en cero a todas las
instituciones estatales. El país
venía arrastrando una deuda colonial con México que no se
podía pagar. A pesar que se
abrió el comercio exterior, Centroamérica tenía poco que
exportar. El comercio entre las
provincias era casi inexistente y difícil de implementar por la falta de
carreteras que las uniera entre sí.
Las distintas luchas entre las provincias empeoraron la situación
económica. La gente atesoraba
las pocas monedas de oro y plata que todavía existían previniendo
inestabilidades futuras y siendo éste el único medio de ahorro
seguro del que disponían. Con el
tiempo y la carestía empezaron a aparecer gran cantidad de macacos
coloniales que los indígenas habían atesorado, los cuales
posteriormente fueron contramarcados por las autoridades junto con moneda
extranjera que también entró en circulación. Asimismo, empezó a circular gran
cantidad de moneda macuquina falsa hecha en Honduras, la cual el gobierno
prohibió y recogió.

Con la
situación económica en contra y al dejar de existir la mano dura
colonial, que al parecer era lo único que unía a las cinco
provincias de La Capitanía General, empieza a surgir un fuerte localismo
en cada una de ellas que no fue contrarrestado por ningún interés
económico, político o social en común. En un intento unionista se contrajo en 1828,
la deuda "Inglesa", supuestamente para invertir en infraestructura y
generar riqueza, pero está fue usada para pagar sueldos atrasados y
deudas del estado. Los gastos de la
unión así como las deudas contraídas las absorbió
básicamente Guatemala.

La Casa de Moneda
de Guatemala había estado prácticamente paralizada desde
1821. En 1824, se empezó la
acuñación de las monedas de la federación en cantidades
muy escasas y muchas eran exportadas o salían del país al pagar
mercancías que se importaban.
Para las acuñaciones fueron usados los pesos, módulos,
cordoncillo y títulos del período colonial diferenciándose
únicamente en el diseño y el agregado de 10 dineros y 20 granos,
en las monedas de plata y 21 quilates en las de oro. Guatemala continúo usando la
"NG" como marca de ceca, salvo en los cuartillos que se usó
únicamente la "G". Se
realizaron también acuñaciones esporádicas y sólo
en algunas denominaciones en las provincias de Honduras ("T" de
Tegucigalpa) y Costa Rica ("CR").
Guatemala acuñó monedas de 1/4, 1/2, 1 y 8 reales en plata
y de 1/2, 1, 2, 4 y 8 escudos en oro, aunque únicamente las
acuñaciones de cuartillos, 8 reales y 2 escudos, se realizaron de forma
casi regular.

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